sábado, 8 de noviembre de 2008

PSICOFISIOLOGIA

Al iniciar el tema lo primero que necesitamos es definir la ciencia psicofisiológica, ya que ella servirá de base general de todo el trabajo presente. Esta rama de la Psicología es una de las más complejas pues tiene presente en ella el problema “mente-cerebro” día a día, y al parecer esta “esquizofrenización” del trabajo del psicofisiólogo hace que su labor también tenga una dificultad intrínseca al tratar de mantener un equilibrio entre los dos conceptos que integran su Ciencia. Este balance deberá tener como fundamento una preparación teórico-experimental sólida en ambas disciplinas que permitan lograr una armonía en la unidad temática. El hacer esto deberá ser con la finalidad de hacer frente a las críticas y discusiones que llegarán desde dos frentes científicos, cada cual con más derecho pa­ra cuestionar los avances y desarrollos de la reciente ciencia psicofisiológica. Los demás psicólogos nos verán siempre como los eternos “reduccionistas” de la complejidad de procesos y comportamientos que forman parte del rico bagaje psicológico del hombre; y los otros, los fisiólogos, siempre los verán como extraños y poco preparados invasores de un campo de investigación en el cual no han tenido la suficiente preparación académica.
Esta problemática surge al pretender articular dos ciencias —Psicología y Fisiología— que por sí mismas justifican separadamente sus bases teóricas y prácticas, y en muchos casos, obviamente, señalan que los puntos comunes que puedan tener —si es que los hay— deben ser abordados separadamente por cada una de ellas y no pretender invadir el campo de in­vestigación de la otra.
Debido a los avances científicos recientes es que el campo de traba­jo del psicofisiólogo se ha visto incrementado por la cantidad de investigación que otras ciencias, como la biología, bioquímica, endocrinología, entre otras, lo cual también plantea una estrategia más eficiente en la preparación de su especialidad.

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LA PSICOFISIOLOGÍA

Al iniciar el presente Blog, lo primero que necesitamos es definir la ciencia psicofisiológica, ya que ella servirá de base general de todo el trabajo presente. Esta rama de la Psicología es una de las más complejas pues tiene presente en ella el problema “mente-cerebro” día a día, y al parecer esta “esquizofrenización” del trabajo del psicofisiólogo hace que su labor también tenga una dificultad intrínseca al tratar de mantener un equilibrio entre los dos conceptos que integran su Ciencia. Este balance deberá tener como fundamento una preparación teórico-experimental sólida en ambas disciplinas que permitan lograr una armonía en la unidad temática. El hacer esto deberá ser con la finalidad de hacer frente a las críticas y discusiones que llegarán desde dos frentes científicos, cada cual con más derecho pa­ra cuestionar los avances y desarrollos de la reciente ciencia psicofisiológica. Los demás psicólogos nos verán siempre como los eternos “reduccionistas” de la complejidad de procesos y comportamientos que forman parte del rico bagaje psicológico del hombre; y los otros, los fisiólogos, siempre los verán como extraños y poco preparados invasores de un campo de investigación en el cual no han tenido la suficiente preparación académica.
Esta problemática surge al pretender articular dos ciencias —Psicología y Fisiología— que por sí mismas justifican separadamente sus bases teóricas y prácticas, y en muchos casos, obviamente, señalan que los puntos comunes que puedan tener —si es que los hay— deben ser abordados separadamente por cada una de ellas y no pretender invadir el campo de in­vestigación de la otra.
Debido a los avances científicos recientes es que el campo de traba­jo del psicofisiólogo se ha visto incrementado por la cantidad de investigación que otras ciencias, como la biología, bioquímica, endocrinología, entre otras, lo cual también plantea una estrategia más eficiente en la preparación de su especialidad.